Sobre la tierra y el centro del universo

Este post es de los clásicos escritos que hacemos donde se empieza a contar una historia que ya se sabe el final pero nos focalizamos en el desarrollo histórico de la idea. Es así como hemos escrito «Sobre la idea de la tierra hueca«, y varios post más.

En este caso, vamos a contar como en la antigüedad se daba por descontado que la tierra ocupaba una posición central en el universo y como a partir de unos pocos pensadores que creían algo diferente, se fue desarrollando la idea de un papel secundario para la tierra y totalmente desplazada del centro del Universo, que como escribió y dejó bien en claro YeOldeFox, no tiene centro!

En los comienzos, el universo se creía alrededor de la una tierra plana

Ptolomeo ( astrónomo greco-egipcio) agrupó muchas ideas populares heredadas y sumó sus estudios dando como resultado el modelo geocéntrico en 150 d.C. Este describía una posición central de la tierra y en diferentes esferas, los planeta moviendose. por último, aparececían en una esfera más exterior las estrellas «de fondo». El modelo de esfereas moviéndose se llama epiciclo-deferente y fue un éxito en su época.

Para Ptolomeo, así se movían los cuerpos alrededor de la tierra (click para agrandar)

Antes que Ptolomeo, otros griegos ya empezaban a ver la luz. El primero de ellos fue Filolao, quien en el 450 a.C. sugirió que la tierra, los demás planetas conocidos e inclusive el sol, giraban en torno a un fuego central. El sol, al ser más grande y estar más cerca de ese fuego, reflejaba su luz y por ello brillaba. Como no poseía prueba alguna o razonamiento lógico que apoyara a su idea (se basó sólo en cuestiones filosóficas), sus ideas se fueron al cajón junto a su dueño.

Un siglo después (en 350 a.C.), otro astrónomo griego, Heráclides observó en detalle los planetas y observó que Mercurio y Venus no se alejaban del sol; siempre estaban cerca de él en el atardecer y anochecer. Esto lo llevó a postular que ambos planetas giraban en torno al sol, y que éste junto con los otros planetas lo hacían alrededor de la tierra. Fue la primera vez que en base a observaciones del cielo, algún objeto giraba sobre otro astro que no sea la tierra. A pesar de ser una idea por demás sensata, le trajo problemas con los astrónomos de la época que se aferraban a la teoría geocéntrica.

Para terminar con los astrónomos griegos, en el 260 a.C. Aristarco realizó la primera medición seria de la distancia sol-tierra basado en lo que se sabía de trigonometría. Al medir esa distancia, y asumir (erróneamente) que el sol tenía un diámetro 20 veces mayor que la tierra y por ende, ésta y todos los demás planetas giraban alrededor del sol. Fue la primera persona que propuso la teoría heliocéntrica. En el enlace dejado a la Wiki van a poder leer la historia completa de la medición y el revuelo de su proposición. A partir de 1600 se consideró tan importante su figura que inclusive hay un crater en la luna con su nombre.

Escrito del cálculo de los tamaños del sol y luna

Post época oscura

Pasaron más de 1500 años (atravesando el período de la época oscura que anteriormente hablamos en este blog) para tener novedades al respecto. Las ideas de Aristarco no habían sido tomadas en cuenta y sí las de Ptolomeo. Es más, se había logrado refinar el modelo geocéntrico pero aún así seguía dando dolores de cabezas. Tal era el nivel de frustración que planteaba el universo geométrico ptolomeano que cuando, en 1252, el rey de Castilla Alfonso X supervisó la construcción de las nuevas tablas planetarias (conocidas actualmente como tablas alfonsíes), y al ver los problemas que acarreaba dijo la famosa frase: «Si Dios me hubiera pedido consejo cuando llevó a cabo la Creación, le hubiera sugerido un modelo más sencillo del universo».

Las tablas alfonsíes. Determinaban la posición de los astros a futuro con gran inexactitud

Frente a todos estos problemsa se enfrentó Copérnico cuando comenzó sus trabajos en 1507. En los posteriores 25 años de trabajo, estudió los escritos griegos buscando información sobre el tema del geocentrismo y puso principal énfasis en los pitagóricos y en nuestro ya nombrado Heráclides a quienes nombra en su trabajo cúlmine De revolutionibus orbium coelestium (Sobre las revoluciones de las esferas celestes). Extrañamente no nombra al padre del heliocentrismo, Aristarco. O no debe haber encontrado información o no quería que lo tomaran de plagiador…

Obviamente que nuestro gran Nicolás no solo se basó en escritos antiguos. Disponía de muchísima evidencia experimental, incluído el análisis de las órbitas planetarias y demás cosas y con ello pudo reimponer una teoría milenariamente rechazada pero dándole una base científica y coherente con las observaciones. Con el modelo heliocéntrico pudo explicar por qué los planetas tienen movimientos retrógrados con respecto al «fondo» de estrellas, por qué perdían y ganaban brillo, y lo más importante, simplificaba increíblemente el cálculo de las tablas planetarias.

Terminó su trabajo en 1532 pero no lo publicó hasta estar en su lecho de muerte, en 1543. Pensaba (correctamente) que iba a tener una reprimenda por parte de la iglesia. Él trabajó toda su vida para la iglesia, la cuál tenía como principal interés mejorar el calendario y por ende necesitaba la ayuda de astrónomos. Para tener más noción de lo que significó su estudio en esa época acá les dejo un link a la Wiki donde está muy bien desarrollado.

A pesar de su muerte su trabajo no iba a caer en desgracia. En 1551, el astrónomo alemán Erasmus Reinhold generó nuevas tablas a partir del modelo heliocéntrico bajo el patrocinio del duque Alberto de Prusia. Son las llamadas tablas prusianas, y  si bien no aportaron mayor precisión que las anteriores (hubo que esperar a las tablas rudolfinas para ello) tenían el valor de haber introducido el nuevo(?) modelo. Para sorpresa de mi, los astrónomos de la época, y no la iglesia, fueron los principales deractores ue acusaron de que el modelo era una simple artimaña matemática que simplificaba los cálculos.

La verdad revelada

Cuando no, Galileo viene al rescate. Con la invensión del telescopio rudimentario, pudo ver como cuatro satélites orbitaban alrededor de Júpiter. Esa simple observación derrumbaba más de 2000 años de creencia geocentrista. Ya no todo giraba alrededor de la tierra, al menos cuatro objetos lo hacian sobre Júpiter. El jaque mate lo hizo moviendo su telescopio hacia Venus, pudo observar su caracter facetado, como la luna, lo que sin dudas lo llevó a pensar que se trataba de un planeta que giraba alrededor del sol en una órbita más cercana que la tierra. Por el comportamiento similar con Mercurio, supo que este era el planeta más cercano al sol. Lo demás ya es muy conocido, arresto domiciliario, retractación so amenaza de tortura y su genial «y sin embargo se mueve». Lo que no podías acallar era como el sistema, de verdad funcionaba. Una década después, bajo el ojo atento de Kepler y basado en las toneladas de información aportadas por Tycho Brahe, el sistema heliocéntrico se reforzaba (las famosísimas Leyes de Kepler). La última piedra de la pirca de los conocimientos la apoyó Newton sentando las bases físicas y matemáticas de todas las observaciones realizadas hasta la fecha. Ya no había vuelta atrás, el poder de la iglesia pudo acallar nunca más el conocimiento astronómico.

Una última reflexión que quiero hacer es como un mandado de la iglesia católica, si bien le salió el tiro por la culata, porque ya no somos más el centro del universo en parte, gracias a su esponsoreo de Copérnico, terminó cumpliendo su cometido. Las principales divisiones del tiempo pueden verse en su verdadera forma astronómica: el día no es más que una rotación de la tierra sobre su eje; el mes es el período de la revolución lunar sobre la tierra y el año es el período en que la tierra completa un giro completo en torno al sol.

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3 respuestas a Sobre la tierra y el centro del universo

  1. guillermo dijo:

    Mentira total.. todos equivocados.. el universo gira a mi alrededor.

¿Algo para declarar?